Titiriteros… ¿dónde está la gracia?


El pasado fin de semana, dos titiriteros, contratados por el ayuntamiento de Madrid y más concretamente por la concejala de cultura Celia Mayer, sorprendían a un grupo de padres que veían la actuación con sus hijos para celebrar el carnaval. Aparentemente parece ser todo normal, hasta que los “graciosos” empiezan a matar policías, violar monjas o incluso sacar pancartas a favor de ETA.

Lógicamente la respuesta de los padres fue inmediata y llamaron a la policía, ¿por qué niños de diez años tienen que ver esas cosas? ¿A caso no sabían los titiriteros el público al que se dirigían? ¿No sabían que son niños y que son muy vulnerables ante estas actuaciones? ¿Dónde está la gracia de matar policías, demonizar a monjas o enaltecer el terrorismo de ETA delante de los niños? ¿Es eso libertad de expresión?

Esta es la pancarta que se pudo ver en la actuación

                                 

Lógicamente a esta actuación no se le puede llamar ni libertad de expresión ni espectáculo. La libertad de expresión se fundamenta en el respeto a los demás y en favorecer la convivencia, por tanto ¿Dónde está ese respeto por los cientos de víctimas de ETA? ¿Dónde está ese respeto por todos aquellos que son cristianos y que se han visto ofendidos con esa representación? ¿Dónde está el respeto hacia la policía y Guardia Civil que velan por nuestra seguridad? En resumen… ¿Dónde está el respeto y la educación de estos dos titiriteros? Sin duda alguna o no tienen o se la dejaron en casa.

Al día siguiente de los hechos, el juez los mandó a prisión preventiva y esto levantó muchas críticas e incluso controversias dentro de PODEMOS, por un lado, esta Pablo Iglesias, Ada Colau como voces discordantes ante esta medida del juez, y por otro lado Manuela Carmena que criticó esa obra e incluso su ayuntamiento puso una querella contra la compañía de los titiriteros que horas más tarde retiraron, son cosas que pasan en PODEMOS…

Esto dijo Ada Colau, alcaldesa de Podemos en Barcelona




Esto dijo Alberto Garzón (IU) cuando el juez los mando a prisón






Una vez que estaban en prisión, hubo cierta movilización social por parte de la izquierda con manifestaciones, concentraciones y campañas por las redes sociales para pedir la liberación de los dos titiriteros proetarras. Estas manifestaciones vienen escudadas bajo el paraguas de la libertad de expresión, derecho que se abandera la izquierda pero que luego a la hora de la verdad solo existe libertad de expresión si estás de acuerdo con lo políticamente correcto. Ejemplos claros de contradicción a la hora de pedir libertad de expresión y que luego sean esos mismos los primeros que proponen mordazas hay muchos, sin ir más lejos, resalto el caso de Alberto Garzón y de IU. Ayer Garzón a través de twitter lanzó un mensaje de apoyo a los detenidos y a favor de la defensa de la libertad de expresión, pero luego en el programa electoral incluyen ilegalizar La Falange porque no les gusta y no casa con ellos. Nos guste más o menos es un partido como otro cualquiera. Este es un claro ejemplo de la doble moral de la izquierda, de cómo defienden una serie de derechos y libertades según a ellos les convengan.

No hay que olvidar que uno de los titiriteros pertenece al sindicato anarquista CNT, sindicato que aseguró ayer que mostrar una pancarta de ETA no es enaltecimiento del terrorismo y por ello pedían la puesta en libertad de su militante. Son muchas las voces que han apoyado a estos dos “cómicos”  desde políticos, pasando por periodistas cómo Jordi Évole, o por la propia prensa. 

Como conclusión, según la izquierda, en España aún falta mucho camino por recorrer en materia de libertad de expresión, pero yo prefiero darle la vuelta y la realidad es que en España aún falta muchísimo camino por recorrer en aspectos tan importantes como la educación, el respeto y el sentido común.



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